Las neurociencias, entre las que destaca la neuroanestesiología, han tenido un gran avance en los últimos años debido a un mayor conocimiento y entendimiento de los procesos genético–moleculares involucrados en la función y la disfunción del sistema nervioso y a su interacción con diferentes disciplinas que enriquecen a esta importante área de la medicina. Es de una trascendencia realmente inconmensurable la necesidad de darse a la tarea de encontrar elementos y herramientas que nos lleven, desde nuestra posición como médicos y anestesiólogos, a hacer todo lo que se encuentre al alcance de nuestras manos para preservar la integridad y ejercer la protección cerebral empleando todos los elementos y conocimientos que podamos conseguir. Actualmente, por diferentes cambios sociales, médicos y de tecnología, se ha visto incrementado el número de pacientes que han sufrido un traumatismo craneoencefálico grave, y ha aumentado la incidencia de patología vascular cerebral; cualquiera de estas u otras enfermedades con trascendencia en el sistema nervioso central coloca en peligro serio e inminente la integridad de su órgano más valioso, que los hace únicos e irrepetibles. Esto no solamente se aplica a los enfermos, sino también a la familia que los rodea, cuyos miembros, en última instancia, son quienes se encargan al final de sobrellevar los estragos producidos por la patología a que fueron sujetos los enfermos, con un desgaste físico y emocional que constituye una carga gigantesca. Un tema que siempre ha sido controversial, pero de gran impacto en la práctica cotidiana de la neurología y la neuroanestesiología, es la protección cerebral. Con base en la evidencia científica acumulada, sabemos más en lo referente a la complejidad de los mecanismos de lesión cerebral, primarios y secundarios, así como sobre las diferentes medidas, tanto farmacológicas como no farmacológicas, que tenemos a la mano para contrarrestarlos, de las que destaca definitivamente asegurar la oxigenación y la presión de perfusión cerebral. En este número de la Clínicas Mexicanas de Anestesiología distinguidos miembros de nuestro Colegio y expertos en neuroanestesiología y en diferentes ramas de las neurociencias, abordan con gran talento la complejidad de la neuroprotección, desarrollando en capítulos extraordinariamente escritos por expertos los principales y más actuales aspectos relacionados con el mantenimiento y la preservación de la función neuronal y de la glía. Sin duda la lectura de este texto ampliará el bagaje de conocimientos de todos aquellos interesados en el tema y será preámbulo para profundizar aún más en este apasionante y complejo escenario de las neurociencias.