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Manejo perioperatorio del paciente consumidor de drogas

$ 1000 MXN


Autor: Rivera Flores, Jaime
ISBN: 9786077504559
Edición: 1
Sello: Editorial Alfil, S. A. de C. V.
Colección:
Código: 9786077504559
Editorial: Editorial Alfil

El consumo de sustancias psicotrópicas, sean psicoactivas, psicodepresoras, legales o ilegales, es una causa importante de ingresos a las unidades hospitalarias por diferentes causas: trastornos psicológicos o psiquiátricos, cardiovasculares, neurológicos y traumatológicos, así como complicaciones del embarazo, entre otros. Actualmente los adolescentes y los niños (niños de la calle) de entre 8 y 10 años de edad tienen altas incidencia y prevalencia de consumo de sustancias psicoactivas (drogas). La mortalidad por intoxicación aguda (pasones) es frecuente, lo mismo que la adicción (farmacodependencia). Varios de estos pacientes tienen que entrar en un quirófano para su manejo anestésico–quirúrgico, influyendo principalmente el manejo anestésico, debido a que algunas de dichas sustancias actúan en los mismos receptores que los anestésicos endovenosos, produciendo tolerancia cruzada y potenciación de los efectos. El metabolismo alterado en los pacientes crónicos hace que exista una inducción enzimática, incrementando el metabolismo, por lo que tendrán que aumentarse las dosis de los fármacos empleados para el manejo anestésico, para obtener los resultados deseados. El consumo múltiple de drogas es frecuente, por lo que un paciente puede estar bajo el efecto de todas las drogas que haya estado consumiendo. También hemos de considerar que el paciente puede desencadenar durante el manejo anestésico o en el periodo posoperatorio inmediato o mediato un síndrome de supresión o abstinencia, que debe ser prevenido y no precipitado. Debido principalmente a los efectos neurológicos y cardiovasculares, los pacientes consumidores de drogas acarrean varias complicaciones, entre ellas la muerte. El paciente consumidor de drogas es considerado un paciente de alto riesgo, precisamente por las complicaciones que pueden desencadenarse; así, constituye un paciente de difícil manejo. Habitualmente el paciente que va a ser sometido a una intervención quirúrgica niega el consumo de drogas, haciendo valer su principal síntoma: la negación. Las alteraciones neurológicas y cardiovasculares, así como otros signos y síntomas, nos llevarán a diagnosticar el consumo. Ante estas situaciones debe tomarse la decisión del manejo anestésico que menos alteraciones produzca en el paciente. Es por todo esto que el anestesiólogo debe tener el conocimiento de los efectos de cada una de las drogas y las interacciones medicamentosas que pueden presentarse.