Querida Kitty: ¿Hay algo mejor en el mundo que mirar la naturaleza por una ventana abierta, oir gorjear a los pájaros, sentir las mejillas calientes por el sol y tener en los brazos a un muchacho que se quiere? Con su brazo alrededor de mi cintura me siento muy bien y segura, pegada a él, sin decir palabra. No es posible que esté mal, pues esta tranquilidad es bienhechora. ¡Ah, con tal de que nadie venga a estorbarnos nunca, ni siquiera Mouschi! Tuya, ANA El diario de Ana Frank, es uno de los testimonios más conmovedores de una víctima de la persecución despiadada y el terrorismo de Estado: en este caso, el nazismo. Su presencia, profundamente humana, nos ha quedado en las hermosas confidencias de estas páginas.