«Ya casi al final del libro que el lector tiene entre las manos, en el poema Falacias, se recoge una afirmación sorprendente: Quien dice paisaje dice verdad y dice mentira. Y yo me pregunto si eso pasa también con quien dice poesía. ¿Acaso quien escribe en prosa dice verdad, y quien escribe en verso dice mentira? ¿Es acaso la prosa la verdad, pues prescinde de pausas visuales y de afeites versales, y es la mentira el verso, dado que aparece pautado como un maquillaje sobre la página? ¿O es al revés, y escribir es tanto lo uno como lo otro, tanto decir verdad como decir mentira, la verdad de la poesía y la mentira de la ficción?» Carlos Jiménez Arribas