Este volumen abre una ventana para asomarse al simbolismo vencido de quienes padecen de amores y odios, de renuncias y obsesiones, de rencores y miedos, de perdiciones y deseos. En franco desprecio por la sugerencia del erotismo becado, Moreno Hernández trasciende la victoria triste de la anécdota porno y, con literariedad plena, resignifica las tantas derrotas de la conciencia.