Rodrigo Ramos Bañados es de esos que suelen denominarse un escritor secreto, alguien que vive su oficio con convicción y, aun así, o quizá por lo mismo, hace gala de una discreción proverbial, escribiendo lejos de los escenarios, amparado tan solo en su voluntad inquebrantable de narrador. Conozco su obra previa, y en lugar destacado su novela Namazu, un texto que, con sus protagonistas tan atrabiliarios como seductores, me sigue pareciendo deslumbrante y un tributo excepcional a los seres menores, engrandeciéndolos, otorgándoles esa cualidad universal que los buenos escritores saben rastrear en sus obras, haciendo suya la premisa aquella de Hemingway de cultivar a la par la ironía y la compasión como la clave para acceder al corazón humano. Me honra, por lo mismo, recomendar estos cuentos que ahora pone en nuestras manos. Es imperativo seguir en detalle la obra de un escritor secreto, para ir atesorando en nuestra memoria y nuestra biblioteca cada una de sus proezas narrativas. Jaime Collyer