Como la familia y la nación, la isla es refugio y utopía, pero también es un lugar de sombras, fábulas incompletas, historias delirantes que la plagan de signos confusos, de amenazas y acosos.En la Isla uno se sumerge en los mitos y leyendas que se pierden en la noche, dejando su huella imborrable en los cuerpos que los atestiguaron. En diálogos inacabados, conversaciones inconclusas o monólogos enloquecidos, Nicolás Poblete resala inhóspitos detalles de la cotidianidad y escenifica con lúcido suspenso cómo la familia, las islas o las naciones se pueblan de inconsistencias, evidenciando, de paso, la bestialidad con que asumen sus infructuosas defensas.