El Colegio de Medicina Interna de México, A. C., en su definición de médico internista, establece que es un especialista en la atención del paciente adulto, desde la pubertad hasta la vejez, con atención integral no fraccionada, experto en hacer el diagnóstico, pues sin éste no habrá un buen tratamiento y un pronóstico. Capacitado para la atención del paciente adulto con múltiples enfermedades, atendiendo al paciente tanto en el consultorio como en hospital, promueve la salud y previene enfermedades en el paciente adulto. Mucho se habla de las enfermedades, pero muy pocas veces se toman las medidas necesarias para prevenirlas. La medicina preventiva no se limita a las vacunas, como algunas personas podrían pensar. Si bien es cierto que hay enfermedades difíciles de prevenir, existen muchísimas que pueden evitarse siguiendo algunos buenos y sencillos hábitos de higiene y salud. La medicina preventiva es la rama de la medicina que trata de la prevención de enfermedades, Incluye todas las medidas destinadas a evitar la aparición de la enfermedad (prevención primaria), a parar su proceso (prevención secundaria) y a evitar sus posibles complicaciones. En este rubro también incluimos a la detección temprana de enfermedades que en etapas iniciales pueden ser curables, como es el caso de algunas neoplasias que, desafortunadamente, han tomado un lugar preponderante en la medicina por su alta prevalencia, además de su aparición a edades más tempranas. Como sabemos, los internistas manejamos un gran abanico de enfermedades crónico-degenerativas que en realidad no curamos, sino que controlamos, y que las consecuencias psicosociales y económicas de estas enfermedades son muy altas. Por esta razón, debemos enfatizar nuestro esfuerzo en detectar los factores de riesgo de nuestra población con el fin de incentivar a nuestros pacientes a la prevención más que a la curación. El tema de medicina preventiva es muy amplio. Este libro ofrece algunas recomendaciones generales, sencillas pero importantes, que pueden ayudarnos en la prevención de muchas enfermedades. Sin duda alguna, debemos congratularnos de que los esfuerzos de actualización en esta noble y necesaria materia se materialicen en acciones de prevención por los médicos internistas.