Desde hace varios años el Centro Médico ABC se ha caracterizado por la docencia y la investigación en diversas ramas de la medicina. En los últimos años se han publicado varios libros sobre medicina interna, cirugía y ginecología, entre otros. Nuestro interés siempre será la educación médica como pieza fundamental de la institución, y principalmente la formación de las nuevas generaciones de médicos y la constante actualización, que es necesaria debido a los cambios tecnológicos y la nueva información diaria. En esta ocasión queremos mostrar las actualizaciones en una de las ramas más importantes de la medicina interna: la dermatología. Este libro representa un nuevo reto y compromiso dada la gran cantidad de información y destreza necesarias en los médicos que han preparado las ediciones anteriores. Este libro recoge las actualizaciones y los conceptos básicos de los temas más importantes en la dermatología, y cada capítulo es supervisado por un dermatólogo certificado y un grupo de residentes. La importancia de este libro radica en que la dermatología aún se ve con desprecio, en comparación con otras subespecialidades de la medicina interna, siendo que esta rama incluye más de 1 500 afecciones. El estigma sobre esta especialidad, como la ignorancia de otras ramas de la medicina, en ocasiones dificulta su manejo. Creemos firmemente que los médicos generales, y más aún los próximos médicos internistas, deben tener un amplio conocimiento de las enfermedades más comunes e importantes de la dermatología. La piel está lejos de ser uno de los tejidos menos importantes del cuerpo; únicamente hay que recordar que se trata del tejido más extenso del cuerpo y que es la primera barrera contra muchas enfermedades, sin menospreciar su gran importancia en las enfermedades sistémicas y su correlación con complejas funciones autoinmunitarias. Para nuestra fortuna, la piel es el tejido más extenso y tiene la principal ventaja de que está a la vista de cualquier médico. Quizá la enfermedad principal no está en la piel, pero sí puede reflejarse en este órgano, incluyendo enfermedades del sistema nervioso central, endocrinas, respiratorias o metabólicas. Antes de realizar cualquier estudio el solo hecho de observar y estudiar la piel puede ser de gran ayuda para diagnosticar enfermedades como hipotiroidismo, sífilis, tuberculosis o reacción adversa a algún fármaco. El gran aumento del uso de fármacos nuevos puede tener una expresión cutánea en muchos casos, como los nuevos fármacos usados en quimioterapia. Con estos ejemplos nos damos cuenta de que la piel es una de las ramas más estigmatizadas, pero más importantes en el estudio y la formación de los nuevos médicos. En la actualidad la dermatología ha recibido la fuerza de la inmunología, la genética y otras ramas de la medicina porque, sin lugar a dudas, si nosotros estudiamos de manera correcta la piel y sus anexos, podremos encontrar respuestas de las múltiples enfermedades que se manifiestan de manera cutánea. Parece sorprendente que a pesar de ser uno de los órganos más accesibles del cuerpo se mantenga en las nuevas generaciones como uno de los órganos menos estudiados y más despreciados en el contexto clínico. Terminamos esta introducción con el pensamiento sobre el motivo de este libro, como un fomento a cualquiera que pueda leerlo. Hay que tratar de entender la piel como uno de los órganos más interesantes y extensos del cuerpo, y como la puerta de entrada para muchas enfermedades y el reflejo en busca del diagnóstico y el tratamiento de muchas de ellas.