Fue el cirujano, probablemente, el primer sanador que existió. Vino antes que los brebajes, purés, salvas, cánticos y mitos de antaño. Es que desde el principio hubo caídas, heridas, quemaduras, fracturas, malformaciones, abscesos, infecciones de tejidos, osteomielitis, hematomas subdurales, dislocaciones, atragantamientos, en fin, las heridas físicas. No lo sabemos. Todo esto está perdido en el tiempo. Los primeros cirujanos tendrían a su disposición la madera para entablillar, la lanceta para el absceso, el trépano para la sangría dentro del cráneo, las hojas y el grano para los ungüentos y pomadas en quemaduras y heridas, los torniquetes, el fuego y el cauterio para la hemorragia, las hormigas y luego las agujas y el hilo para unir los bordes de las heridas, todo en evolución gradual, con la intención de sanar, su vocación basada en la compasión, y una visión ética. El cirujano de hoy tiene la ayuda de una tecnología insospechada e impredicha aún hace 40 o 50 años. Pero ambos, el cirujano de antes y el de hoy, se suscribieron siempre a un código estricto de ética, de hacer el bien, de no hacer daño, de minimizar el dolor, de darle seguimiento a su paciente y de ayudar al prójimo. El paciente siempre primero. Igualmente, el cirujano de antes y el de hoy, sobre todo los maestros, durante los procedimientos intercambiaban palabras con sus asistentes, comentarios, observaciones, ideas nuevas, consejos transmitidos por años. Los cirujanos de hoy lo hacemos todavía. El presente libro no pretende ser más que un catálogo que recoge lo que tres médicos de hoy, dos cirujanos y un radiólogo ultrasonografista, recibimos de nuestros mentores, y lo ampliamos con nuestras propias experiencias de décadas de operaciones y de decenas de miles de cirugías y procedimientos. Uno de nosotros transforma, imagina e ilustra estos diálogos y lleva al lector de la mano al quirófano, al de antes y al de hoy. Hemos titulado el libro Aforismos, proverbios y refranes del cirujano porque recoge los consejos del aforismo, las verdades del proverbio y la informal simpatía del refrán. Se suele llamar aforismo a una sentencia breve y doctrinal, por lo que comparte características con otros dichos y sentencias que provienen de distintas épocas y culturas. Es breve, y puede dar consejo. El proverbio es una sentencia de origen popular que expresa un consejo, una enseñanza o una crítica. Por otro lado, el refrán es un dicho de tradición popular que contiene enseñanza moral o consejo, de manera más informal y superficial, a veces pueblerina. El adagio es moralizante. El apotegma es un dicho breve proferido por un personaje ilustre o famoso. La máxima es una regla de principio moral breve de conducta. La sentencia es un dicho o una expresión breve, una opinión, un juicio o un parecer. En cada uno de ellos se puede ver un consejo, un mandato, un mandamiento, una cautela, un aviso, una enseñanza. Y además están los caligramas, las breviarias, los epigramas... Lo que aquí aparece sale principalmente de nuestra experiencia, aunque hemos utilizado fuentes de otros cirujanos. Este es nuestro diario vivir. Es lo que aprendimos de nuestros mentores y lo que desarrollamos en nuestra práctica. Es lo que compartimos con nuestros residentes y estudiantes. Esperamos que le sea útil al profesional joven, cirujano o no cirujano, y que a la vez le abra una ventana al mundo mágico del quirófano, la cirugía y el cirujano.