Este trabajo estudia un cambio reciente de la agricultura mexicana. Luego de crecer velozmente y superar el millón de hectáreas sembradas, el algodón vino a menos después de 1956. En 1993 apenas se sembraron 40,000 hectáreas. Desde entonces comenzó a recuperarse de manera gradual. Además de revisar las repercusiones de esa caída, el texto aborda la época del nuevo algodón, como se llama aquí al algodón del periodo posterior a 1993. Éste se caracterizó por el uso de semillas transgénicas, intensa mecanización y elevados rendimientos por hectárea. Sin embargo, no generó el movimiento económico y poblacional de antaño; tampoco generó divisas pues México se convirtió en importador de algodón. El trabajo también revisa la prosperidad de chihuahua, entidad que desde 2002 se convirtió en la nueva potencia nacional del ramo. En este auge, los agricultores menonitas jugaron un papel crucial.