El crimen de la calle de Aramberri, de Eusebio de la Cueva, es uno de los textos clásicos de la literatura regiomontana. Entre ficción y crónica periodística, la novela fue escrita y publicada en mayo de 1933, a sólo un mes de haberse cometido el crimen que la inspira. Eusebio de la Cueva, escritor y periodista, se une a la conmoción de la sociedad regiomontana de aquel tiempo, y ante el horror de los asesinatos de la señora Antonia Lozano y su hija Florinda Montemayor, perpetrados el cinco de abril de 1933, ve la oportunidad que le da la práctica de su oficio y escribe su versión de los hechos, con referencias de primera mano. El resultado es esta novela negra breve en donde el autor trata de darle un sentido al crimen, explicar los motivos de los asesinos, y al mismo tiempo, muestra a los personajes determinados desde el principio por un hálito de tragedia. También aprovecha para elaborar una estampa de la época, sobre todo de las clases trabajadoras. El primer cuadro de la ciudad aparece como el centro de la vida y de la muerte en un Monterrey que hasta el día del crimen se jactaba de tener todo en orden.