El que se queja, no publica incluye greguerías, periquetes y aforismos. Son algunos cientos, aunque muchos solo alcanzan la extensión de una línea. Todos tratan sobre libros y cosas relativas a ellos, en un tono de crítica y humor. Mi objetivo inicial era encontrar los bibliomas, entendidos como elementos teóricos mínimos en relación con el universo semántico del libro; las ideas constantes e irreductibles sobre el tema; lo que no puede dividirse más, como los mitemas. Quizás no he hallado los bibliomas, por ahora, pero el resultado me ha dejado satisfecho, al ofrecer mis digresiones personales, desarrolladas durante una década, a otros lectores, bibliófilos o bibliópatas, a los que puedan llegar estas manías. Los detonadores específicos de este libro fueron la flora y la fauna del libro en México, con las que me he relacionado siempre: libreros, poetas, correctores, editores, impresores, lectores, periodistas, funcionarios y maestros. —Daniel Zetina