La fuerza que te habita representa una extensión y, sin temor al embate de la hipérbole, un enriquecimiento del repositorio artístico donde habitan Shakespeare, Homero, Jorge Luis Borges o Kathleen Raine, cada uno en su lengua propia, cada cual en lenguajes diferentes y, al mismo tiempo, en el continuo idioma del verso. Las piezas reunidas en este libro son la suma de una historia larga y anchurosa. Son también acontecimientos enteramente nuevos, destellos de la maestría formal y de la inteligencia íntima de un hombre, de un poeta, que ha hecho de la lectura y de la escritura, propia y ajena, una veta que se desborda en ritmos ágiles y polifonías reveladoras, en gravedad retórica y ligereza tonal, en policromía imagística y vigor referencial. Los poemas y las sucintas colecciones que conforman La fuerza que te habita se proyectan como clamores que emanan distintivamente del sur hemisférico. Estos versos, cálidos y elocuentes, buscan también alojarse fuera de sí mismos, en los confines invisibles de la memoria, en los parajes más vastos de la experiencia individual y en los sentimientos compartidos de cualquier pueblo del mundo.