Pese a su aparente quietud, la tierra desde el interior no deja de moverse y de alimentar los ciclos de lo que la habita: el jardín es una convergencia de tiempos. Por lo que, incluso en el invierno, es en su espera una tierra venidera, parafraseando al filósofo surcoreano Byung-Chul Han. A este modo, en Notas de jardinería, Katia Rejón apela a ciertas características que diversifican a algunas especies domésticas y silvestres del reino vegetal para explicarse; a lo que crece incluso en el óxido y que en sus trasformaciones se emparenta con su historia. La naturaleza se reafirma aun en la decadencia. Y es a través de la escritura que la autora a forma de una planta aguarda o añora otro tiempo, mientras va limpiando de sí las palabras y la memoria crecidas como mala hierba, todo para repoblarse. Patricia Arredondo