Este libro de Alonso Guzmán no es el primero que se escribe sobre Toluca, la tierra de su autor, pero es el más extraño, el más audaz de todos los que conozco. No solamente es por su argumento: por lo que sucede en la ciudad que Guzmán evoca y describe. Su misma forma es extraordinaria. Hecha como una sucesión de impresiones fugaces, que poco a poco se van ensamblando para dar una sola imagen una imagen compleja, vasta, atroz—, Los geranios y la nieve es un libro que hace explotar la totalidad de la vida urbana, la presenta parte por parte y, pese a la brevedad de esos fragmentos, nos obliga a ver en ellos la plenitud dela existencia, que no es exclusiva de ningún lugar y que se encuentra donde nos encontremos los seres humanos.