Para insultar a su adversario un politico inculto aunque famoso (no son escasos éstos en el reino) lo acusa, sin rubor de analfabeta, Ignora el ofensor supinamente que analfabeta es forma femenina y su analfabetismo le ha jugado una mala pasada sufre del mismo mal que achaca a su enemigo y es el idioma el único ofendido.