En estos poemas el protagonista es el lenguaje. El gusto por los anagramas, las alteraciones, las rimas internas, los juegos de consonancias que se vuelven luminosos cuando alumbran nuevos significados de las palabras, nos hablan de un poeta que leído cono cuidado a la genealogía de escritores que ha elegido como mentores y también a los que como un eco respiran en su obra.