Juego de villanos

En Juegos de villanos, Julia Guzmán Watine dibuja la trayectoria de la investigación de un secuestro o asesinato. En la noche de bodas, el vehículo que transporta a los enamorados es descubierto abandonado en la carretera; el novio desapareció y la novia está sedada. Cuando ella entra en razón, no sabe explicar qué ocurrió esa madrugada al dejar la fiesta de matrimonio. Entonces, decide contratar a un aficionado investigador privado, Miguel Cancino, -ex compañero del colegio de Talca- para que averigüe dónde está su marido. Se sospecha del narcotráfico, de negocios ilícitos en los que habría participado y de un ajuste de cuentas. Todas las pruebas son ambiguas y no permiten saber la verdad. Perezosamente, y de manera inevitable Cancino va acercándose a las claves que permitirán el develamiento de esa infausta noche de bodas...y el desenlace es más sorprendente, más intenso, más terrorífico que si se tratara de un simple asesinato. Es esta novela inquietante, oscura y perturbadora, Cancino se transforma en un detective apreciado por el lector por su solitaria y melancólica vida; por sus fracasos y desaciertos que, sin embargo, lo convierten en un protagonista inolvidable para lectores afines a la novela policial.