La escritura de Eugenia Prado habla desde la imposibilidad de la palabra. La palabra cercada, todos estos secretos de infancia son una historia apenas revelada por el epistolario familiar, de la confesión, y la letra de una madre que escribe, desde el desborde de la mirada cómplice que es testigo y pulsión, y que desarticula desde la escritura, la posibilidad del decir, de una revelación que nombra a estos «pequeños cuerpos habitados por una lengua»