Sus verdaderos protagonistas son: a) los ingredientes, recetas y platillos que aparecen a lo largo de la obra; b) la evocación nostálgica y gozosa de los amigos y las fiestas, los fueros de la memoria que rescata sortijas de un naufragio; y c) finalmente, pero no en último término, una fina sensibilidad y erotismo que de una forma u otra impregnan los diferentes personajes y relatos. Campea en los relatos de Librado una pareja bien avenida desde siempre: la mesa y el lecho, Eros y Dioniso, más la obstinada memoria a la busca del tiempo perdido.